La escuela de Atenas



Ya sabéis que el Renacimiento debe su nombre a la intención de recuperar los ideales humanistas de la cultura griega, relegados al olvido durante siglos por la mirada teocéntrica del Medievo. 

Esta pintura al fresco de Rafael, sobre la pared de una de las habitaciones del Museo Vaticano, resume ese reto. En una sola escena reunió a todos los grandes filósofos y científicos clásicos, además de hacer un homenaje a los iconos del arte y a sus maestros artistas. Las artes, las ciencias y la filosofía se reúnen en este fresco, que viene a ser un tributo a nuestra herencia cultural.  

Merece la pena echar un ojo a cada personaje. No tienen desperdicio. Algunos tienen la pose que revela su forma de pensar. Observa a Diógenes, despreocupado, o a Platón y Aristóteles, uno dedo índice en alto, indicando al mundo de las ideas, y el otro, prudente, calmando el idealismo de su maestro. Ambos sostienen en una de sus manos uno de sus libros, el Timeo y la Ética a Nicómaco.


Y qué me dices de los dos personajes de la derecha. Uno escribiendo, sosteniendo el cuaderno en una de sus piernas cruzadas, melena al viento, mientras el otro mira con curiosidad lo que escribe. Esa curiosidad por saber es lo que define al buen filósofo. 


Te invito a recrearte en el cuadro y observar a cada personaje. Muchos de ellos los hemos visto en clase de Filosofía, otros te sonarán por Historia, Latín o Literatura.

Comentarios

  1. Enhorabuena, tu labor por hacercarnos la Filosofía es sensacional. Siempre me ha gustado pero reconozco que contigo me gusta aún más.

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