Sesgo de confirmación




¿Has oído hablar alguna vez del sesgo de confirmación? Si buscas en la Wikipedia, te dice que es "la tendencia a favorecer, buscar, interpretar, y recordar, la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas". ¿Te queda más claro? Si no es así, te lo explico: Todos tendemos a reforzar las ideas, creencias u opiniones que ya tenemos, y rechazar las nuevas, más aún cuando parecen contrarias a nuestro parecer. Quizá por eso nos cuesta tanto aprender, reconocer nuestros errores y ser más tolerantes con las ideas ajenas. Decían filósofos como Locke que tolerar no es solo permitir que otro tenga sus ideas, sino también estar dispuesto a escucharlas y dejarse influir por ellas, reconociendo la verdad que puedan incluir sus argumentos. ¿Nos cuesta, verdad? Y no solo a los políticos, a todos nosotros. En definitiva, todos estamos hechos de la misma materia. 

Francis Bacon los llamaba "ídolos". Por ejemplo, el ídolo de la tribu:



También existen los ídolos de la caverna -Bacon seguro que incluiría las redes sociales en este grupo- y del foro.

Siempre tenemos una información y un conocimiento insuficiente y sesgado de las cosas, a veces incluso manipulado por otros para que hagamos algo por ellos -votarles, comprarles un producto...- Por eso es tan importante escuchar, dialogar, aprender de otros puntos de vista nuevos que enriquezcan nuestra forma de ver el mundo. 

¿Sabes el cuento del elefante? Un sabio pidió a varias personas que nunca habían visto un elefante que lo describieran sin verlo. Les tapó los ojos y les hizo tocar a cada uno una parte del elefante; a uno la trompa, a otro una pierna, a otro el lomo... ¿Qué definición creéis que dio cada uno de lo que es un elefante? Parcial, exacto. ¿Y qué pasaría si todos compartieran su experiencia y compusieran con cada descripción la imagen del elefante? Lo que estás pensando: sería sin duda una imagen más fiel que la que cada uno por su cuenta pudiera aportar. El problema está cuando creemos que nuestra experiencia es la única verdad y no caben más miradas o perspectivas. Somos como los prisioneros en la caverna de Platón. Si nos intentan convencer de que estamos equivocados, en vez de escuchar, nos enfadamos, orgullosos de nuestra verdad.

Este asunto tiene que ver mucho con otras cuestiones abordadas en nuestro taller de Filosofía, como las diferencias entre objetivo y subjetivo, y cómo existen numerosos mecanismos sociales que manipulan nuestra percepción del mundo.





Para terminar te dejo una frase para pensar. La dijo hace no mucho el filósofo y lingüista Noam Chomsky (el artículo aquí). ¿Estás de acuerdo? ¿Qué opinas? Si nos presentan un hecho demostrado, ¿preferimos antes la mentira bien maquillada? ¿O la que tiene más likes en Instagram? 




Puedes descargar aquí los materiales:

Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Hola amigos de filosofía por un tubo! me pareció tan asertivo esta publicación, que decidí hacerle un video.. https://www.youtube.com/watch?v=7auciI8JKBo ..Muchas gracias por el blog y la info :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Sebastián, por el vídeo. Esta genial. Un saludo y felices fiestas.

      Eliminar

Publicar un comentario