Los dioses son una patraña, estamos solos

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¿Se puede aprender Filosofía viendo series? Doy fe. A mí me ha pasado el otro día, viendo un capítulo de la serie Britannia (por cierto, te la recomiendo).

En una escena, dos legionarios romanos se ponen a filosofar. Bueno, más bien se pone a filosofar uno y el otro responde con monosílabos o frases cortas, como en los diálogos de Platón.

Lo que empieza siendo una reflexión acerca de la diversidad de dioses según cada cultura, se va convirtiendo en una revelación existencialista: ¡Estamos solos! Los dioses no existen. Y tú, ¿qué opinas?

El diálogo no tiene desperdicio. Escuchadlo y pensad un poco.

- Le he dado vueltas a una cosa.
- Habla.
- Llevo años en la legión. He viajado mucho [...] En mis viajes me he dado cuenta de una cosa.
- ¡Ah!, ¿sí? ¿De qué?
- En esos sitios, vayas donde vayas, los dioses son distintos.
- Sigue.
- Tienen nombres distintos, distinto número de brazos, ojos, cabezas... A veces son elefantes, otras ruiseñores, árboles, vírgenes. Le he dado vueltas a cómo puede ser. ¿Cómo es posible que los dioses de aquí sean distintos de los de allí?
- No te sigo. 
[...] 
- Los egipcios tienen a Horus, el dios de la guerra, un hombre con cabeza de halcón y corona dorada. Nosotros tenemos a Marte. Lo único que haría falta para que yo creyese en Horus y adorase a Horus en vez de a Marte sería haber nacido en Egipto. Si hubiese nacido en Egipto, pensaría que lo de Marte es una patraña. [...] Vaya donde vaya es muy distinto.
- Sé por dónde vas.
- Bien, si creemos que Horus es una patraña, y ellos creen que Marte también, a lo mejor los dos son una patraña. Quizá es todo una patraña. 
[...] 
- ¡Ya basta!
[...] 
- ¿Lo ves?
- ¡Quiero que te calles! Cállate, ¿quieres? No digas ni una palabra más.
- Estamos solos, Bruto. ¡Estamos... solos!